Tipos de reproducción en plantas y animales

Cuando se menciona la palabra “reproducción, tendemos a asociarla con nuestras experiencias más próximas. Al ver un bebé, sabemos que es el producto de la unión sexual de una pareja. También podemos determinas que las simpáticas crías, los caballos y las vacas, son fruto de la actividad sexual de sus progenitores. Lo cierto es que todos los seres vivos se reproducen.

La reproducción es el proceso biológico que les permite a los seres vivos dejar descendencia. Durante la reproducción sexual, las especies animales y vegetales recurren a una incontable cantidad de estrategias para lograrlo. Estas, generalmente, están determinadas por el tipo de fecundación practicada por estos animales. Más allá de las diversas tácticas y comportamientos, todas las especies persiguen un mismo objetivo: fecundar para que la especie no se extinga.

Los zánganos, o abejas macho, son producto 

de un mecanismo reproductivo que puede ser

 considerado asexual o sexual monogamética, 

ya que consiste en el desarrollo de un óvulo

 (gameto femenino) sin fecundar.

La fecundación es la unión entre los gametos (células sexuales) masculinos y femeninos. Una vez producida la fecundación, se formará el embrión. Casi todos los organismos pueden reproducirse de este modo. Tanto los animales como las plantas recurren a esta estrategia reproductiva, dejando una descendencia con la información genética aportada por amos progenitores.

Probablemente, recordarás que las especies que poseen mayor variabilidad genética tienen más “chance” de ser seleccionadas ante un factor ambiental de presión selectiva.

La producción sexual tiene sus desventajas. Conseguir pareja demanda trabajo y energía, y es por este motivo que los seres vivos recurren a una asombrosa variedad de estrategias para lograrlo. A modo de ejemplo, te podríamos mencionas desde   el canto de algunas aves hasta el llamativo color de las flores que exhiben algunas plantas.

Muchísimas especies pueden reproducir asimismo sin la presencia de otro individuo, es decir, de forma asexual. Teniendo en cuenta lo “complicado” que es para los individuos reproducirse en forma sexual, no es de extrañar, entonces, que la mayor parte de los seres vivos pueda hacerlo de modo asexual.

Las Aves, como los pinguinos, tienen reproducción sexual.